En relación a este segundo tema voy a lanzar una propuesta que, como todas, tiene sus inconvenientes a la hora de asignar los equipos a los distintos grupos que se establezcan, pero que creo puede aportar mejoras en la competición, buscando la mayor igualdad posible entre los equipos que se enfrenten en cada grupo. Sabemos a ciencia cierta que encuentros con 100 puntos de diferencia entre un equipo y otro no producen ningún tipo de beneficio en la progresión de los jugadores. La experiencia de un Infante cadete masculino en el grupo 1 este año, ha terminado con muchos chicos cansados de perder y, por lo tanto, abandonando el baloncesto.
En las comunidades con cierto nivel deportivo existe un grupo llamado preferente o de perfeccionamiento, en el que, a través de ascensos y descensos, se deciden los equipos que se juegan el campeonato. Con este sistema se premia a los clubes que mantienen una buena estructura en categorías inferiores y que trabajan cada año. El problema es que no siempre tienes buenas generaciones, o que puedes dejar sin aspiraciones a un buen equipo que su club no está clasificado en el grupo principal.
A pesar de esas dificultades, yo me decantaría por una estructura similar a aquellas, pero introduciendo algunas variantes.
En primer lugar, y en eso estoy de acuerdo con el usuario "Desde mi pizarra" del foro de Salesianos, haría más grupos con menos equipos cada uno en la primera fase. Para ello se podrían formar tres divisiones, (A-B-C), con dos subgrupos de 6 equipos en cada división (A1-A2; B1-B2;C1-C2). Del número total de equipos dependería la composición de la división C, aquí calculamos unos 36, que no se diferencia mucho de los que participan en infantiles o cadetes. De esta manera se jugarían 10 partidos.
Los tres primeros de cada subgrupo se cruzarían entre ellos para formar nuevas divisiones (D-E-F). Por ejemplo, los tres primeros de la A1, más los tres primeros de la A2, formarían la D1, que se jugarían los puestos de la fase final. Los otros 6 equipos se juntarían en la D2 para decidir quiénes descenderían a la división inmediatamente inferior para la temporada siguiente.
Con esta distribución el total de partidos sería de 20, más la final A4, que en vez del sistema semifinales-final, lo cambiaría por el de todos contra todos, tal y como se juegan los sectores y la mayoría de las fases finales de otras comunidades.
Esto produciría que casi todos los partidos se jugaran entre equipos del mismo nivel, y aunque tiene el problema de que te puedes enfrentar cuatro veces contra el mismo equipo, la ventaja más importante es evitar las grandes diferencias en el resultado.
La forma de distribuir los equipos en las divisiones es la madre del cordero de todo sistema, lo que yo propongo sería establecer para el primer año de implantación de esta fórmula, un coeficiente entre los dos últimos años, y no sólo el anterior como ahora ocurre, así se tendría en cuenta lo que un equipo ha hecho en la categoría inferior cuando eran jugadores de segundo año. Como habría 12 equipos para la división principal, se podrían clasificar de esta manera 10 equipos, dejando 2 plazas para completarlas con un playoff previo (tipo Copa Federación), en la que los clubes que consideraran tener un buen equipo en esa categoría pudieran optar a estar en el grupo preferente. Esto se haría con participación voluntaria.
Evidentemente hay muchos aspectos que se pueden escapar a esta pequeña reflexión, pero podría ser punto de partida para iniciar el proceso de cambio.