En Menorca, los árboles no nos dejaron ver el bosque, y el gran acierto en el tiro exterior propició una victoria que de otro modo no se hubiera producido, ya que los 94 puntos anotados por los murcianos fueron todo un espejismo. Hoy, frente al Ricoh Manresa (56-65), el desatino ofensivo ha vuelto al Palacio, cancha que en otro tiempo era un fortín, ahora ofrece regalos a todo el que pasa por aquí. Fuenlabrada, Estudiantes y Manresa ya conocen sus dádivas.
Después de una primera parte disputada, aunque con las carencias defensivas de siempre, la segunda parte ha sido simplemente decepcionante. Los jugadores murcianos han salido de los vestuarios dormidos y en tres minutos los pupilos de Jaume Ponsarnau han logrado una ventaja que ya no han perdido en el resto del encuentro. Un conjunto, el manresano, repleto de jugadores nacionales (nacidos en España, que no reconvertidos), con hambre y bien dirigidos desde el banquillo, sabiendo en todo momento a qué juegan y contra quién. El entrenador visitante ha ordenado una defensa asfixiante sobre los tiradores murcianos, Dean y Slalina, a la vez que, cuando penetraba el estadounidense, se cerraban muy bien sobre él, habida cuenta de que no dobla un balón hacia el exterior e intenta canastas inverosímiles.
Esto, unido a las escasas opciones del juego de ataque de los de Manuel Hussein, ha hecho que no necesitaran hacer un gran partido para llevarse la victoria, y ya son 10, a tierras catalanas.
El repertorio táctico de los visitantes se ha completado con una zona 1-3-1 que, por momentos se colocaba como tal, pero que se convertía en individual después del primer pase que realizaba el ataque murciano. En el cuadro murciano, nada de nada, sólo una tímida presión al final del partido, pero sin ninguna fe y poca compenetración (cuando no se cree en algo es muy dificil conseguirlo). Ni tan siquiera la zona 2-3 utilizada en Menorca ha sido ordenada desde la banda, ¡qué más daba, si tiraban solos!
En la crónica de la web ACB.com se describe muy bien la actitud y el juego del equipo murciano:
"El conjunto que dirige Jaume Ponsarnau apenas encontró oposición ante una defensa poco exigente, un ataque sencillamente desastroso y una nula capacidad en los bases locales para dirigir al equipo."
Por otro lado, el sábado vi el partido DKV-Unicaja que, además de ser dos equipos que están a años luz de nuestro CB Murcia, pude ver en él una defensa zonal 3-2 del equipo malagueño, que hacía tiempo no veía, con el jugador en punta (Jiménez, quién si no) bajando hasta debajo del aro cuando el balón llegaba a las esquinas, siendo los pívots quienes salían al balón.
En fin, variantes tácticas que casi todos los equipos tienen en su arsenal dispuestos para sorprender al rival y a los espectadores. El CB Murcia no sorprende a nadie.
Parece que la "solución" puede llegar con el fichaje de un joven base croata Nenad Mijatovic, que llega a Murcia después de disputar pocos minutos con su equipo, el KK Buducnost, y que se nos describe como un jugador muy físico e intenso, aunque algo alocado en su juego.
¿Es esto lo que necesita el equipo o hace falta un cambio más radical? Yo me quedo con lo segundo.
Después de una primera parte disputada, aunque con las carencias defensivas de siempre, la segunda parte ha sido simplemente decepcionante. Los jugadores murcianos han salido de los vestuarios dormidos y en tres minutos los pupilos de Jaume Ponsarnau han logrado una ventaja que ya no han perdido en el resto del encuentro. Un conjunto, el manresano, repleto de jugadores nacionales (nacidos en España, que no reconvertidos), con hambre y bien dirigidos desde el banquillo, sabiendo en todo momento a qué juegan y contra quién. El entrenador visitante ha ordenado una defensa asfixiante sobre los tiradores murcianos, Dean y Slalina, a la vez que, cuando penetraba el estadounidense, se cerraban muy bien sobre él, habida cuenta de que no dobla un balón hacia el exterior e intenta canastas inverosímiles.
Esto, unido a las escasas opciones del juego de ataque de los de Manuel Hussein, ha hecho que no necesitaran hacer un gran partido para llevarse la victoria, y ya son 10, a tierras catalanas.
El repertorio táctico de los visitantes se ha completado con una zona 1-3-1 que, por momentos se colocaba como tal, pero que se convertía en individual después del primer pase que realizaba el ataque murciano. En el cuadro murciano, nada de nada, sólo una tímida presión al final del partido, pero sin ninguna fe y poca compenetración (cuando no se cree en algo es muy dificil conseguirlo). Ni tan siquiera la zona 2-3 utilizada en Menorca ha sido ordenada desde la banda, ¡qué más daba, si tiraban solos!
En la crónica de la web ACB.com se describe muy bien la actitud y el juego del equipo murciano:
"El conjunto que dirige Jaume Ponsarnau apenas encontró oposición ante una defensa poco exigente, un ataque sencillamente desastroso y una nula capacidad en los bases locales para dirigir al equipo."
Por otro lado, el sábado vi el partido DKV-Unicaja que, además de ser dos equipos que están a años luz de nuestro CB Murcia, pude ver en él una defensa zonal 3-2 del equipo malagueño, que hacía tiempo no veía, con el jugador en punta (Jiménez, quién si no) bajando hasta debajo del aro cuando el balón llegaba a las esquinas, siendo los pívots quienes salían al balón.
En fin, variantes tácticas que casi todos los equipos tienen en su arsenal dispuestos para sorprender al rival y a los espectadores. El CB Murcia no sorprende a nadie.
Parece que la "solución" puede llegar con el fichaje de un joven base croata Nenad Mijatovic, que llega a Murcia después de disputar pocos minutos con su equipo, el KK Buducnost, y que se nos describe como un jugador muy físico e intenso, aunque algo alocado en su juego.
¿Es esto lo que necesita el equipo o hace falta un cambio más radical? Yo me quedo con lo segundo.
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