La crisis que se avecina

El baloncesto murciano tiene, hoy por hoy, una gran representación en categoría nacional: el CB Murcia en ACB; el AD Molinense y el Balneario Archena en LEB Bronce; UCAM, Mazarrón y Eliocroca en EBA, y hasta 6 equipos en 1ª Nacional, pero los problemas económicos están acuciando a alguno de ellos desde el inicio de la competición, bien para conseguir el presupuesto mínimo, como el caso del CB Murcia, bien por el abandono de algunas empresas patrocinadoras a lo largo de la temporada y sin aportar lo inicialmente prometido.

Evidentemente, los problemas del club más representativo de la región no tienen nada que ver con los que se le han planteado a alguno de los equipos participantes en la Nacional, pero la raíz del problema es la misma: la crisis económica mundial, que nadie sabe cuándo acabará. Además en nuestro país ha influido fundamentalmente en el sector de la construcción, principal valedor y mecenas de varios proyectos deportivos basados en lo que podríamos llamar “gigantes con pies de barro”
Esta expresión se utilizó para denominar al baloncesto español después de la plata de Los Ángeles 84, ya que nuestro deporte no tenía una base sólida de categorías de formación, y aquel éxito fue seguido de notorios fracasos a nivel de selección, incluido el famoso “angolazo” en Barcelona 92. Este desastre deportivo fue el punto de inflexión para el cambio de estrategia en la Federación Española de Baloncesto y, a partir de aquí, las selecciones inferiores comenzaron a dar los frutos del trabajo bien hecho. Hoy, España es uno de los países punteros en el basket mundial y tenemos la mejor generación de jugadores que jamás ha dado este país.

Volviendo a nuestra región, los seis equipos antes nombrados, CB Murcia, ADM, Balneario, UCAM, Mazarrón y Eliocroca, no tienen a ningún jugador de su cantera en el primer equipo (jugando regularmente). Cada año se construyen los equipos a base de fichajes, con lo que, cuando no haya dinero, no habrá posibilidad de mantener el nivel deseado en cada una de la categoría en la que se participe. Si la cantera no aporta jugadores de nivel o no se dan las suficientes oportunidades a los jóvenes, hay que tirar de presupuesto para atraer a jugadores de “fuera” sean o no de la región. No es lo mismo tener que fichar a 10 jugadores cada año, y que algunos estarán más o menos implicados en la filosofía del club, que tener una base propia y buscar 3 o 4 complementos que mejoren tu equipo y le ayuden a crecer.
De esta manera no se ha aprovechado el periodo de las vacas gordas, ahorrando o invirtiendo en formar jugadores y entrenadores de la casa, y ahora que llegan las vacas flacas no hay ni dinero para fichar ni estructura consolidada de club.
Tenemos muy cercano el ejemplo del antiguo Cebé o CAB Cartagena, que contando con una importante masa social detrás de sí, desperdició dinero y recursos en equipos de foráneos, llevando al club a una doble desaparición.

En estos últimos días se ha comentado mucho en este blog, el tema de salarios de jugadores y de la desproporción de algunos respecto a las ligas en que se juega (EBA o Nacional, aunque sobre todo en la primera). Pero la responsabilidad de esto la tienen, única y exclusivamente, los clubes, que han prometido unos sueldos, en mi opinión, absolutamente exagerados para una disciplina amateur.
El curso que viene será crucial para la pervivencia de algunos equipos, clubes e, incluso competiciones, y no sólo en Murcia, sino en todo el territorio nacional. La LEB Bronce es un invento de la feb para recaudar más dinero, y es candidata a desaparecer. También veremos cómo quedan la liga EBA y la 1ª Nacional la temporada que viene, y cuántos clubes pueden afrontar los gastos en estas categorías.
Dicen los economistas que los periodos de crisis son buenos para el sistema, todo se limpia y se puede empezar de cero. Además, los más listos aprovechan las oportunidades que se ofrecen en estas épocas. Las directivas que se anticipen a lo que está por llegar tendrán mucho ganado y, aunque los resultados no se vean en el momento, el futuro será, probablemente, mucho mejor.