La Federación Española de Baloncesto ha publicado un estudio sobre las canteras del baloncesto nacional diferenciando entre las distintas generaciones, con especial atención en las posteriores al 80, es decir, posterior a los "juniors de oro". Es un trabajo muy detallado y en él se analiza la incidencia del jugador español en las distintas categorías profesionales.
Paralelamente a este estudio se han publicado en diversos portales de internet y en varios blogs de basket numerosos artículos relacionados con este tema, quizás teniendo como punto de partida la reciente celebración del torneo junior de Hospitalet y los campeonatos de España infantil y cadete de selecciones regionales.
Este interés por las canteras no es baladí, ya que de ellas depende el futuro de nuestro deporte, en un momento en el que las diferentes ligas de baloncesto (ACB, LEB y EBA) están repletas de jugadores comunitarios y "asimilados". Buen ejemplo de ello es el que plantea el blog Murciabasket, analizando las plantillas de los cuatro equipos que jugaron la Copa Príncipe de la LEB oro.
Como conclusiones más significativas de dicho informe se pueden extraer las siguientes:
- Hay 73 jugadores nacionales en ACB, con una edad media de 28 años y que juegan 16,8 minutos por partido. De esos 73 jugadores, 72 han jugado en alguna selección nacional. Si contamos 11 fichas por equipo, los nacionales suponen únicamente el 36 % del total. Recordemos que la ficha número 12 corresponde a un joven, que habitualmente se limita a llevar las bolsas, cuando podría estar jugando en una liga menor.
- En LEB oro son 88 los jugadores nacionales, con una media de 27 años de edad y 18 minutos de juego. En LEB plata 118, con 25,5 años y 20 minutos por partido y en LEB bronce, 126 jugadores con 24,5 años de media y 20,4 minutos.
- Las canteras más prolíficas son las del Joventut, Barcelona y Siglo XXI, y por federaciones, es la catalana la que más jugadores aporta a la élite. En el lado opuesto Bilbao, Murcia y Girona, son la que menos jugadores han logrado subir a las categorías profesionales.
A todo esto tenemos que añadir la moda de "fichar" extranjeros en el baloncesto de base, con numerosos jugadores balcánicos, africanos y sudamericanos en equipos de categoría junior y cadete. Estos jugadores requieren de una gran inversión económica y su resultado está por ver, mientras se desplaza al jugador nacional. Lo hemos visto en el torneo de Hospitalet, en el que Madrid, Pamesa, Estudiantes y Barça estaban en manos foráneas. También en el campeonato de selecciones autonómicas, donde la campeona cadete, Andalucía, se basaba en dos jugadores de Unicaja de origen brasileño y senegalés, superiores, sobre todo, en el aspecto físico
Si en las últimas generaciones son pocos los nacionales que suben a ACB, cuando lleguen los que ahora deciden los campeonatos inferiores, veremos quienes relevan a los Gasol, Navarro, Calderón o Rudy.
Tenemos dos opciones, nacionalizar a estos jóvenes "mercenarios" o limitar su entrada en las ligas de baloncesto de base. Aunque también podíamos empezar por los agentes deportivos, verdaderos culpables de tanto exceso.
Este interés por las canteras no es baladí, ya que de ellas depende el futuro de nuestro deporte, en un momento en el que las diferentes ligas de baloncesto (ACB, LEB y EBA) están repletas de jugadores comunitarios y "asimilados". Buen ejemplo de ello es el que plantea el blog Murciabasket, analizando las plantillas de los cuatro equipos que jugaron la Copa Príncipe de la LEB oro.Como conclusiones más significativas de dicho informe se pueden extraer las siguientes:
- Hay 73 jugadores nacionales en ACB, con una edad media de 28 años y que juegan 16,8 minutos por partido. De esos 73 jugadores, 72 han jugado en alguna selección nacional. Si contamos 11 fichas por equipo, los nacionales suponen únicamente el 36 % del total. Recordemos que la ficha número 12 corresponde a un joven, que habitualmente se limita a llevar las bolsas, cuando podría estar jugando en una liga menor.
- En LEB oro son 88 los jugadores nacionales, con una media de 27 años de edad y 18 minutos de juego. En LEB plata 118, con 25,5 años y 20 minutos por partido y en LEB bronce, 126 jugadores con 24,5 años de media y 20,4 minutos.
- Las canteras más prolíficas son las del Joventut, Barcelona y Siglo XXI, y por federaciones, es la catalana la que más jugadores aporta a la élite. En el lado opuesto Bilbao, Murcia y Girona, son la que menos jugadores han logrado subir a las categorías profesionales.
A todo esto tenemos que añadir la moda de "fichar" extranjeros en el baloncesto de base, con numerosos jugadores balcánicos, africanos y sudamericanos en equipos de categoría junior y cadete. Estos jugadores requieren de una gran inversión económica y su resultado está por ver, mientras se desplaza al jugador nacional. Lo hemos visto en el torneo de Hospitalet, en el que Madrid, Pamesa, Estudiantes y Barça estaban en manos foráneas. También en el campeonato de selecciones autonómicas, donde la campeona cadete, Andalucía, se basaba en dos jugadores de Unicaja de origen brasileño y senegalés, superiores, sobre todo, en el aspecto físicoSi en las últimas generaciones son pocos los nacionales que suben a ACB, cuando lleguen los que ahora deciden los campeonatos inferiores, veremos quienes relevan a los Gasol, Navarro, Calderón o Rudy.
Tenemos dos opciones, nacionalizar a estos jóvenes "mercenarios" o limitar su entrada en las ligas de baloncesto de base. Aunque también podíamos empezar por los agentes deportivos, verdaderos culpables de tanto exceso.
