La federación murciana de baloncesto ha comunicado, al cierre de la inscripción de equipos, que se ha incrementado un 5 % la cantidad de los mismos respecto a la temporada anterior, y que el número de jugadores supera la cifra de 2000.
Estos datos, siendo muy positivos, enmascaran la dificultad que tienen muchos clubes, sobre todo de las dos grandes ciudades de la región, de poder sacar equipos de base, aunque gracias al esfuerzo y tesón de muchas directivas se consigue que todos o casi todos los niños que quieren jugar lo hagan finalmente. (Véase el incremento de los llamados equipos "B")
Antes era la falta de jugadores, el fútbol lo acaparaba todo, pero hoy, y por mor de los éxitos de la selección de baloncesto, las escuelas deportivas han aumentado el número de niños y niñas que comienzan a interesarse en nuestro deporte.
Ahora son otros factores los que influyen en este problema, por un lado, indudablemente, el dinero que cuesta un equipo, fichas, arbitrajes, desplazamientos, pistas, etc.; por lo que muchos clubes ya tienen que cobrar a sus jugadores, algo poco habitual hace unos años.
De otro lado, y como mencioné en otro post, la falta de entrenadores. Son muchos los que no quieren entrenar, ya por situaciones particulares o por falta de motivación.
Y finalmente, pero para mí más importante, la escasa disponibilidad de instalaciones deportivas. Parece increíble que en el año 2007 hable de algo que parecía superado pero, siendo la oferta de pabellones bastante amplia, la ocupación de los mismos no repercute en los equipos de base. A mi parecer se le da mayor importancia al aspecto recaudatorio que a la promoción del deporte de iniciación.
Centrémonos en el ejemplo de Murcia: existen unos pocos clubes en la capital. De una parte tres vinculados a otros tantos colegios, Maristas, Jesuitinas y Capuchinos. De otra dos clubes centrados únicamente en el baloncesto de base, el Apasport Infante y la Escuela de Baloncesto El Carmen que, con problemas, jugará finalmente en La Alberca. Y, por último el Polaris World C. B. Murcia, club que tiene convenio con el Ayuntamiento, aunque ha tenido que desplazar algunos de sus equipos a instalaciones fuera de la ciudad.
En las pedanías la situación no es mucho mejor, ya que el único club con equipos de base completos es San José de la Vega, y otros como El Palmar o Santo Ángel con alguna categoría cubierta.
En Cartagena, más de lo mismo, un club con muchísimos problemas, y dos más, Salesianos y Franciscanos, también colegiales.
El ejemplo contrario es Molina de Segura, localidad en la que conviven dos clubes con una estructura muy sólida desde benjamines hasta senior, y que disponen de instalaciones pese al reducido número de las mismas en comparación con la capital de la región.
Es decir, que sin el apoyo de un centro educativo (privado, claro), y sus instalaciones es muy difícil que surjan clubes en Murcia o Cartagena, en las que priman para sus respectivos ayuntamientos, el afán recaudatorio más que la promoción de un deporte en alza.
Sirva de contrapunto lo que he encontrado en el fútbol, sólo en la categoría infantil existen 5 equipos en Murcia ciudad y 21 en pedanías y todos, por supuesto, jugando en instalaciones públicas. Elocuente, ¿verdad?
Antes era la falta de jugadores, el fútbol lo acaparaba todo, pero hoy, y por mor de los éxitos de la selección de baloncesto, las escuelas deportivas han aumentado el número de niños y niñas que comienzan a interesarse en nuestro deporte.
Ahora son otros factores los que influyen en este problema, por un lado, indudablemente, el dinero que cuesta un equipo, fichas, arbitrajes, desplazamientos, pistas, etc.; por lo que muchos clubes ya tienen que cobrar a sus jugadores, algo poco habitual hace unos años.
De otro lado, y como mencioné en otro post, la falta de entrenadores. Son muchos los que no quieren entrenar, ya por situaciones particulares o por falta de motivación.
Y finalmente, pero para mí más importante, la escasa disponibilidad de instalaciones deportivas. Parece increíble que en el año 2007 hable de algo que parecía superado pero, siendo la oferta de pabellones bastante amplia, la ocupación de los mismos no repercute en los equipos de base. A mi parecer se le da mayor importancia al aspecto recaudatorio que a la promoción del deporte de iniciación.
Centrémonos en el ejemplo de Murcia: existen unos pocos clubes en la capital. De una parte tres vinculados a otros tantos colegios, Maristas, Jesuitinas y Capuchinos. De otra dos clubes centrados únicamente en el baloncesto de base, el Apasport Infante y la Escuela de Baloncesto El Carmen que, con problemas, jugará finalmente en La Alberca. Y, por último el Polaris World C. B. Murcia, club que tiene convenio con el Ayuntamiento, aunque ha tenido que desplazar algunos de sus equipos a instalaciones fuera de la ciudad.
En las pedanías la situación no es mucho mejor, ya que el único club con equipos de base completos es San José de la Vega, y otros como El Palmar o Santo Ángel con alguna categoría cubierta.
En Cartagena, más de lo mismo, un club con muchísimos problemas, y dos más, Salesianos y Franciscanos, también colegiales.
El ejemplo contrario es Molina de Segura, localidad en la que conviven dos clubes con una estructura muy sólida desde benjamines hasta senior, y que disponen de instalaciones pese al reducido número de las mismas en comparación con la capital de la región.
Es decir, que sin el apoyo de un centro educativo (privado, claro), y sus instalaciones es muy difícil que surjan clubes en Murcia o Cartagena, en las que priman para sus respectivos ayuntamientos, el afán recaudatorio más que la promoción de un deporte en alza.
Sirva de contrapunto lo que he encontrado en el fútbol, sólo en la categoría infantil existen 5 equipos en Murcia ciudad y 21 en pedanías y todos, por supuesto, jugando en instalaciones públicas. Elocuente, ¿verdad?